Martes, 31 de mayo. 5:30 am .
El beep-beep del despertador nos dice "arriba holgazanes, que se les escapa el ferry!!"
Sin mayor detalle llegamos a la terminal y nos encontramos con el otro ferry, el "grande". Enoooormeeeeeee. La diferencia es abismal. espacio por todos lados, 3 pisos, una banda de autos estacionados abajo, aire acondicionado, nada q ver con el que habias tomado para ir de Upolu a Savaii.
Con sueño??? Naaaaaaaaaa que ver!!!
El unico detalle fue que 15 minutos despues de salir se prendieron unos parlantes donde un tipo gritaba en samoano desesperadamente. Luego de pegar un salto (estabamos casi dormidos), como la gente no reaccionaba comprendimos que no era una emergencia sino que er algo normal, mas alla que el volumen del parlante estaba demasiado alto y el tipo no paraba de gritar.
Un largo rato despues (y estando afuera en la parte externa del barco para evitar al griton) nos enteramos que era la transmision de la carrera de largas canoas con 50 remeros cada una que se hace todos los años el Dia de la Independencia de Samoa.
Llegamos y nos tomamos un colectivo desde la terminal hasta la capital de Samoa, Apia. unos 35 km de distancia. No se si ya comente algo de los colectivos, o buses, u omnibus, por si esto lo lee alguien de habla hispana pero no argento. Los colectivos son muy precarios, sin vidrios en las ventanas, asientos duros, mucha madera, la palanca de cambios forrada con un felpudo y miles de cosas colgadas y pegadas en el parabrisas.
En ese viaje una señora muy calida llamada Tafiri me pregunto de donde eramos y entablamos una amable charla. Detalles a destacar:
Los colectivos salen cuando estan llenos. Cuando digo llenos es llenos: gente que se sienta en las piernas de otra gente, y cada metro cuadrado de espacio es uan bendicion. Tuvimos suerte porque como era el primer ferry de la maniana el colectivo se completo pero simplemente con todos sentados, pero a la tarde es un descontrol.
El equipaje te lo suben ellos antes de que te des cuenta e inclusive antes de que tuvieras tiempo de decir nada.
No entendi mucho la parte en que la gente se va cambiando de asiento de acuerdo al color de piel o el genero pero a vivi la dejaron sentar y a mi tambien y estas personas se cambiaron a otros asientos al fondo (extraño).
Tafiri me conto que nos mataron con el precio del taxi del aeropuerto al ferry cuando llegamos (nos querian cobrar 20; me hice el negociador y le pagamos 15, yo pense "soy un capo": el viaje salia 5 tala).
Caminamos por el centro de Apia, pasamos por la casa de Gobierno, la casa de Turismo, el mercado de pescado, el hotel Aggie Grey's, que es historico y tiene no me acuerdo cuantos anios. Hay una frase que dice, 'fuiste a Samoa, seguro que te alojaste en el Aggie". Igual me suena a verso, pero valia la pena mencionarla.
Casa de turismo de Samoa
Chicos que salen del colegio. El lava lava que usan es el formal.
Cuartel de bomberos
Una ayudita como para tener una idea de donde estabamos
Desayunamos con Chris y ahi nos despedimos ya que el se quedaba en Apia y nosotros seguiamos viaje. Alquilamos un auto y la suerte nos guiño el ojo. Por una cuestion magica pagamos el mas barato y terminamos con una camioneta Toyota RAV L. Buenisima, se manejaba sola, super equipada.
Con la Toyota fuimos a una reserva marina llamada Deep Palolo Marine Reserve que es uno de los mejores lugares en Samoa para hacer snorkel. Como habia marea baja fue un poco complicado llegar caminando entre las piedras con las patas de rana pero la recompensa fue encontrarnos con una gran cantidad de coloridos peces.
Luego de la reserva fuimos para los toboganes de piedra, ("Sliding Rocks" o rocas deslizantes en ingles") un lugar muy divertido. Dicen que alguien te tiene que decir por donde tirarte porque te podes pegar un palo de novela, y por suerte estaban ahi Carol y Junior con su hijito Kingston, que viven en Wellington y son muy copados, que nos dieron algunos consejos.
Nota: uno de los toboganes es tan vertical que no ves a donde estas yendo, cuando caes te entra agua por orejas, ojos, nariz, boca y demas orificios del cuerpo humano.
Luego de los toboganes, que estan en las afueras de Apia (se pronuncia Apía, con una i larga: apíia) seguimos viaje hacia nuestra proxima parada que estaba en el extremo sudeste de la isla de Upolu: Lalomanu.
La velocidad maxima es de 60 km/h, las rutas no estan en perfecto estado, es siempre de un carril en cada sentido y en algunos lugares de un solo carril para ambos sentidos pero no hay muchos autos asi uqe el viaje es tranquilo. El paisaje es verde, pasamos algunas villas con fales que no parecen tener ninguna de las comodidades a las que estamos acostumbrados: electricidad, gas, etc.
Casi chocamos con un chancho que se nos cruzo (los frenos de la toyota andaban barbaro). Le pifiamos a un camino (y eso que hay muy pocos) y llegamos a Litia Sini Beach Fales, en Lalomanu, cuando ya oscurecia.
La diferencia de Litia Sini con Tanu es abismal en cuanto a infraestructura y servicio pero no se porque cuando nos recibieron me senti un poco incomodo. Si, se la razon. Nos hicieron sentir turistas. Mucha sonrisa, mucha amabilidad, que esta buenisimo pero...habia algo que no me cerraba. Y era que luego de ver como vive mucha de la gente ahi me sentia raro de que me sirvan y que nos reciban con un cartel hecho con petalos de flores en la fale que decia "disfrute su estadia". La canasta con frutas como bienvenida, la fale con paredes, puerta, ventilador de techo, muebles, un deck con mesita y sillas a la orilla del mar. El comedor muy lindo, diferentes entradas y platos principales para servirnos cuantas veces quisieramos, o sea impresionante, buenisimo, pero super contrastante con lo anterior. Despues lo re disfrute pero los que me conocen saben que el lujo no es mi amigo y me siento mas comodo con cosas mas simples.
El comedor visto desde el deck de nuestra fale.
Al otro dia nos despertamos y al salir vi uno de los paisajes mas impresionantes que vi en mi vida. Lalomanu Beach esta catalogada como una las 10 mejores playas del mundo, segun el ranking de la Lonely Planet (una guia para viajeros muy reconocida a nivel mundial). Yo no se como seran otras playas pero es absolutamente increible. La combinacion de colores entre arena y mar es impactante. La temperatura y transparencia del agua es fantastica. Si Tanu en Manase era el paraiso, Lalomanu nos dejo sin palabras para describirla.
Este es un bicho con el que teniamos tener cuidado de no pisarlo porque es muy doloroso.
Pescado con papas fritas, hojas de taro (lo blanco y verde) y lo otro parece un revuelto de vegetales.
Otro estilo de fale (en el complejo que estaba al lado de donde estabamos nosotros)
Una estrella estrellada contra el fondo del mar
Vista de la isla de Numua desde las alturas de Upolu (el dia que fuimos a dar una vueltita con el auto y casi nos perdemos en medio de la isla)
Mucho relax, mucho disfrute. Anecdotas con una pareja polaca que venia de Australia y se iban de nuevo a Canada, otro fia-fia con un flaco que hacia malabares con fuego como si estuviera apagado, mucha musica samoana, unos dias alucinantes.
A la vuelta, ya el jueves, 2 de junio, pasamos por la casa de Robert Louis Stevenson que fue el autor de "La Isla del Tesoro", "Dr Jeckyll and Mr Hyde" y otros libros, vivio en Samoa, se construyo una mansion y cuando murio la dono como museo.
Seguimos viaje hacia el aeropuerto recorriendo la ruta que bordea el mar.
Devolvimos el auto en el aeropuerto y el flaco que lo venia a buscar ni lo reviso. Me dijo, "venia atras tuyo por la calle, ya se como lo manejaste, lo cuidaste, todo bien". Cuanta confianza no?
Y una par de horas despues estabamos dejando Samoa, Habiendo cumplido el sueño de conocer la polinesia, regresamos a NZ, relajados y con una cantidad de anecdotas y vivencias que quedaran grabadas en nosotros y recordaremos para siempre.
Fa'afetai Samoa!!! ☻
Che, que feo lugar!.
ResponderEliminarHablando en serio, me alegro que la pasaran tan bien.
Saludos y abrazos
Pomy